
Es muy común encontrar que cuando se ha sufrido un siniestro de cualquier tipo (sin lesiones, con heridos, con fallecido) cualquiera de las partes se jacta de ser conocedor de la materia, tener la razón, no tener responsabilidad del siniestro, tener amigos poderosos, (¿usted no sabe quién soy yo?) y que necesita que lo indemnicen con muchísimo dinero porque o si no realizara una demanda cuantiosa, o también se encuentra con personas mas consientes en el momento, que realizan un acuerdo, pero luego del impase, comentan lo sucedido a su círculo de conocidos, y estas personas ajenas a la situación aconsejan realizar solicitudes de indemnizaciones, demandas, ofrecen “sacarle” dinero a la empresa o persona con quien sufrió el siniestro, y realmente en algunos casos es justo y en otros no.